
Es vital que, las empresas, tomen un control del tipo de financiación que adquieren, ya que, una decisión errónea, puede suponer la quiebra del negocio o la incapacidad de pagar frente a terceros.
Esta situación se vuelve más importante cuando hablamos de financiación a largo plazo. Cuando hablamos de este tipo de financiación, nos referimos a que su cumplimiento se encuentra por encima de los cinco años y su culminación se especifica en el contrato que se realice.
Por lo general, en la financiación a largo plazo debe existir una garantía que permita realizar el trámite del préstamo requerido.
VENTAJAS DE LA FINANCIACIÓN A LARGO PLAZO
- Permite elegir el número de cuotas con las que se va a ir pagando, por lo que pueden devolverse más cómodamente
- Se adaptan mejor a la capacidad de solvencia del usuario
- Pueden ser modificados o renegociados
Sin duda, el mayor beneficio que tiene, para una empresa, la financiación a largo plazo es la posibilidad de obtener una cantidad mayor de dinero, pero antes de elegir cómo financiar tu negocio debes tener en cuenta los siguientes pasos:
- Viabilidad
- Etapa en la que se encuentra el negocio
- La evolución sada del historial de créditos de la empresa
- Tener garantías
TIPOS DE FINANCIACIÓN A LARGO PLAZO
- Préstamo bancario: la entidad financiera presta una cantidad de dinero con garantía personal o real, en un plazo de tiempo determinado y con un interés pactado. Suelen ir destinados a la compra de bienes de inversión, lanzamiento de nuevos proyectos o inversiones de ampliación.
- Leasing financiero: se pagan unas cuotas mensuales, pactadas en contrato, durante 2-6 años para bienes de equipo, y de 10 años para bienes inmuebles. Al finalizar se puede devolver el dinero o pagar el valor residual y quedártelo. Suele ser una buena forma de financiación para aquellos negocios que acaban de empezar.
- Renting: el plazo suele ser de 1 a 3 años. La empresa de renting se hace cargo del mantenimiento, reparaciones, impuestos y todo lo necesario para el correcto funcionamiento. Al finalizar el contrato, puede cambiarse por otro con las mismas características o quedártelo pagando el valor residual.